Bueno, despues de mucho tiempo, con mi ordenador ya arreglado, sin escribir he tenido tiempo para hacer correcciones en la trama y mejorarlo. Para mi este es el mejor capítulo, de esta historia, que he escrito hasta ahora. Sin más que decir dejo que lo leais.
Capítulo 3
Ellen salió de madrugada del restaurante y se dirigió al vehículo-¡¡Eh, que coño le has hecho a mi coche vagabundo de mierda!!- Ellen le dio una patada en el estomago al mendigo al que le había dado el dinero para que le cuidase el coche y este se despertó retorciendose de dolor por la patada que había recibido en el estomago -AAAgh...¡¿De qué coño vas puta? me das 5 centavos y ¿crees que voy a cuidar de esa mierda? ¡Anda y que te follen!- el mendigo se levantó trabajosamente -Me estropeas el coche y encima me vacilas, creo que alguien va a pasar una temporada en la trena.- Ellen sacó su pistola -Manos arriba y date la vuelta escoria- el mendigo obedeció sin rechistar. -Joder, vaya arañazo que le has hecho tío- Ellen le puso las esposas al mendigo, le ayudó a levantarse y lo llevó a la parte trasera del coche. -Venga ya, yo no le he hecho nada a tu maldito coche- él acachó la cabeza cuando entraba en el coche - Mira, voy a ser franca contigo, me da igual si has sido tu o no, pero alguien ha de pagar por el arañazo que le ha hecho a MI COCHE y te ha tocado a ti- El coche salió del callejón y se dirigió a la comisaria de policía más cercana. El coche tardó una hora en llegar al lugar, allí le obligó a bajar y tras varias peleas con los oficiales salió contenta de la comisaria. -Um, ¿Ya es tan tarde? mierda. Debería estar vigilando al viejo, pero no tengo ganas.Me iré a casa a dormir y mañana ya veré como está el cliente.
A la mañana siguiente Ellen se dirigió al restaurante y el ruido de las sirenas le dijo que algo no andaba bien. -Mieeeerda, parece que la he cagado- Dejó el coche cerca de la vez anterior, cogió la placa y la pistola de la guantera y se dirigió al cordón policial. -Detective Ellen Labat, ¿Qué ha pasado aquí compañero?- El policía levantó el cordón que bloqueaba el paso a los curiosos y periodistas, y tras ver la placa de ella respondió -Una carnicería, eso es lo que ha pasado. Han despedazado al pobre hombre de mala manera, pero de todas formas y sin pretender ser muy brusco. ¿Qué hace aquí? Este caso ya tiene a alguien asignado.- Ellen guardó su placa - Y una mierda, este caso es mio, el dueño de esto me contrató para que le protegiese, así que este caso es mio. ¿Quién es el que se encarga de todo?- El madero señalo a un hombre que estaba al lado del coche que llevaría los restos a la morgue y ella se dirigió hacia allí. -Agente Ellen Labat. Ese cadáver era mi cliente, así que este caso es mio. ¿Qué pruebas ha encontrado capitán?- soltó ella cuando llegó al lado del capitán al tiempo que la bolsa con los restos del hombre era introducida en un coche. -Hola, si quiere este caso es todo suyo, el asesino es todo un profesional y un cabrón en toda regla. Encontramos el cadáver suspendido en el aire con la cabeza llena de mierda metida en el pecho,también hemos encontrado varias pistas y todos los sospechosos están retenidos dentro. Este es un marrón muy grande.- El capitán sudaba a chorros y se aliviaba como podía abanicandose con un portafolios. Ellen sonrió -Excelente, pues para mi el caso. Voy a entrar ahí dentro así que quiero que atranquen la puerta principal para que nadie pueda salir o entrar después de mi entrada y me recogen todo esto y se van a rescatar gatitos o a ayudar a las ancianitas a cruzar la acera, que a partir de ahora se encarga un poli de verdad.- El capitán se encogió de hombros, le dio a Ellen el portafolios y silbó cuando ella entró en el local. -Chicos, nos vamos. Bloquead esa puerta y recogedlo todo que nos largamos de aquí.- gritó a los demás policas que asintieron y se pusieron manos a la obra. El capitán se monto en su coche y se fue a su despacho no sin antes acordarse de la difunta familia de Ellen.
Ellen entró al restaurante echándole un ojo al portafolios que le había tendido aquel capitán. -Al parecer no ha hecho un mal trabajo reuniendo la información preliminar. Nombres, direcciones, oficios, edad, pruebas...si al final es un buen poli y todo, tal vez me halla pasado con el- hablando ella sola en voz alta llegó al comedor donde se encontraban los sospechosos. -Hola hola queridos sospechosos, ¿me ahorrais el trabajo y me decís quién de vosotros se lo ha cargado?- los sospechosos se miraron entre ellos -¿No?...¿Nadie?...estaaa bien, habrá que trabajar.- Ellen se paseó entre ellos sonriendo - Ah, si es mi buen amigo "aquel al que le puso el nombre su perro"...uhm, Roch ¿Verdad?.¿Como estás?...no hace falta que me respondas, se te ve bieen jodido, yo que me alegro.- Volvió a ojear el portafolios había entre 8 y 10 folios de datos e información, levantó la vista y vio a un chico joven con perilla, pelo corto y aspecto desaliñado, pantalón de chandal negro, camiseta blanca y cámara polaroid al cuello. Buscó entre los papeles y lo puso el primero. Luke Peppers, 20 años, estudiante de periodismo, 150cm de altura y 50 Kg de peso. Prueba incriminatoria: Fotografía del cadáver sobre la mesa del despacho -Eh pipiolo, ¿tu eres Luke Peppers verdad?- el tal Luke asintió con la cabeza, acción que le permitió observar una mancha de carmín rosa en el cuello y parte de la camiseta. -¿Se te ha comido la lengua el gato o es que algo de mi te pone nervioso, chaval?- El crió se sonrojó y bajó la vista cosa que gusto a Ellen -jejeje...anda, que si no fueses sospechoso te hacia un hombre. En fin, ¿cuantos años te quedan para terminar la carrera?- Tras oír aquello Roch saltó. -¡Pero bueno, esto es el colmo!. Esas preguntas no llevan a ninguna parte, además ¿cuánto tiempo nos va a tener aquí encerrados?- Ellen le miró - La única persona que puede hacer preguntas, valorar la importancia de las mismas y vacilar aquí, soy yo, que para eso me hice detective. Aun así y sin que sirva de precedente te responderé perrito mio. Te podrás ir de aquí cuando yo lo diga.- Dijo ella tranquilamente mientras volvía a buscar entre los papeles, levantaba uno en alto y leyó para que lo oyeran todos. -Roch O'Brian...- le miro y siguió leyendo. -...que poco te querían tus padres macho, bueno, Roch O'Brian, 30 años, 170cm...¿llevas alzas?...70kg de peso. Secretario del difunto señor Owen durante 5 años. Blablabla, esto no es interesante, blablabla. Vaya, se lleva...espera que busque el testamentoo...- Ellen buscó otra vez entre los folios -...el 30% de la cadena de restaurantes por la muerte de su jefe...¡enhorabuena Roch, has dado el braguetazo del siglo!.- Roch se puso pálido y buscó una silla donde sentarse. -El siguiente es...(trasiego de papeles)...la señora de Owen Eger, Suzane Eger, le acompaño en el sentimiento. Yo...- La señora Eger la interrumpió. -No hace falta, ese malnacido era un hijo de puta me ponía los cuernos con esa zorra de ahí- señalo a una rubia que fumaba un cigarrillo en la barra que le respondió -Sí, y tu eres una asaltacunas que se tira a ese reporterillo- Ellen puso cara de asco e interrumpió la discusión -Vale, vale, ya está bien de peleas y tu pipiolo te has quedado sin polvo- Ellen soltó un suspiro -¿Donde está el baño?- la señora Egen le dijo donde estaba y Ellen se fue hasta allí, remoloneó un poco y se asomó por la puerta por si la estaban espiando